DEMASIADO EUFORICO
El orgullo se filtra sutilmente en el alma humana y la termina gobernando de una manera tal, que la persona no se entera de su presencia.
La tentación de elevarse a sí mismo por sobre sus compañeros es algo real.
"Aun cuando he recibido de Dios revelaciones tan maravillosas. Así que, para impedir que me volviera orgulloso, se me dio una espina en mi carne, un mensajero de Satanás para atormentarme e impedir que me volviera orgulloso". 2 Corintios 12:7
En este contexto el término significa una espina o algún otro objeto que perfora la carne de Pablo y lo hiere. También añade la palabra carne, que señala la fragilidad de su cuerpo físico.
Hay por lo menos doce diferentes sugerencias, muchas de ellas útiles. Algunas de ellas son: epilepsia, histeria, neuralgia, depresión, problemas oculares, malaria, lepra, reumatismo, problemas del habla, tentación, enemigos personales y tormentos de parte de un demonio.
Al orgullo positivo se le llama autoestima y autoconfianza, y al negativo soberbia. El orgullo positivo es necesario para sentirnos seguros y llevar una vida equilibrada, valorarnos en nuestra justa medida, situarnos en nuestra existencia y estar orgullosos de ella: esto es algo absolutamente sano.
En cuanto a la soberbia, se trata de un sentimiento de superioridad que lleva a presumir de las cualidades o de las ideas propias y menospreciar las ajenas.
Se puede decir que el orgullo puede derivar en soberbia. La soberbia es una actitud orgullosa que encuentra su definición en la osadía de aquella persona que se envanece a sí misma. Si se siente demasiado eufórico en algún área de su vida, le invito a reflexionar.
“Si no se modera el orgullo, él será nuestro mayor castigo”
-Dante Alighieri-
MANEOL
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