Procesos
“Cuando te decides a disfrutar del proceso, tu felicidad ya no depende del resultado”
-Yehuda Berg
Nuestras metas son importantes, nos indican hacia donde nos dirigimos, sin embargo, para alcanzar nuestras metas debemos recorrer un largo camino, no llegaremos por arte de magia, en muchas ocasiones el camino es difícil de seguir, pero, ¿estamos disfrutando ese camino?
Todos queremos llegar a la meta pero cuando nos obsesionamos con ello no podemos ver el paisaje de nuestro alrededor, nos perdemos de momentos familiares, nos olvidamos de las cosas que disfrutamos hacer, dejamos de tomar descansos necesarios, nos sobrecargamos y estresamos, nos auto obligamos a dejar de lado nuestro presente y nos angustiamos por el futuro, por llegar a la meta, pero perdemos la conciencia de lo que aprendemos en cada paso.
Cuando finalmente se alcanza una meta y recordamos el proceso, ¿disfrutamos la experiencia? ¿Reconocemos lo que hemos aprendido? ¿Tenemos conciencia de cuanto avanzamos como personas?
Si miramos hacia atrás recordamos estar estresados y frustrados, pero pocas veces recordamos haber disfrutado del aprendizaje y haber vivido felices durante el proceso.
Cuando disfrutamos el proceso somos conscientes de cada paso, de cada detalle en nuestra vida y como nos ayuda para llegar a la meta, además, debemos hacer lo que nos gusta para siempre estar motivados y disfrutarlo todo, incluso los errores y ser capaces de reconocer cuando vamos en la dirección correcta y orientarnos si es que vamos en la dirección incorrecta, pero si solo nos enfocamos en el resultado vamos a caminar en direcciones que nos alejan de la meta y cuando estemos lejos vendrá más estrés al darnos cuenta que nos equivocamos.
La Biblia nos enseña que el proceso es tan importante como el resultado. En Eclesiastés 3:1 se dice que "todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora". Disfrutar el proceso refleja la idea de confiar en el plan de Dios, cultivar paciencia y encontrar significado en cada etapa. En Filipenses 4:11-13, Pablo habla de aprender a estar contento en todas las circunstancias, mostrando que la satisfacción no está solo en los logros finales, sino en la actitud durante el camino.
JUNIAS
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