DEPRESIÒN.
Se le puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado. La mayoría de nosotros se siente de esta manera de vez en cuando durante períodos cortos.
"Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar". Mateo 11:28 y destaca Alguien, que está capacitado en tristeza, pero que asido de la mano de Su Padre, salió adelante: "...despreciado y desechado de los hombres, Varón de dolores y experimentado en aflicción" Isaìas 53:3 lo describe el profeta.
Desde el momento que nos genera tan bondadosa oferta, es porque lo tiene en sí mismo, ¿No lo cree así?
Pensar en cada sintomatología alrededor de esta afección que arremete a chicos y grandes no nos sanará y menos aliviará nuestra carga.
"Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos..." nos da a conocer que nuestro Señor Jesùs no está aislado en un extremo del universo, silente, indiferente; por el contrario: "Cercana está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe, la cual predicamos."
Dios no está en depresión, pero si puede tratar la tuya. "La mano del Señor no se ha acortado para salvar; Ni Su oído se ha endurecido para oír".
Ánimo, estamos prontos a salir!!
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